Todo lo que debes saber sobre las ventanas antirrobo

¿Sabías que los robos con fuerza en viviendas se dispararon un 20% durante el pasado año, según datos facilitados por el Ministerio del Interior? Por más que la domotización del hogar y otras tecnologías hayan elevado la seguridad doméstica, la mayoría de inmuebles continúa siendo ‘presa fácil’ para los delincuentes.

De acuerdo con expertos en la materia, las ventanas suponen una de las mayores vulnerabilidades en cualquier vivienda, debido a la obsolescencia de su diseño y las escasas medidas de protección que implementan. A diferencia de los nuevos productos de Kömmerling y otros fabricantes reputados, las ventanas antiguas carecían de perfiles fuertes y de vidrios resistentes que evitasen su fragmentación en caso de recibir golpes y forzamientos.

Las ventanas antirrobo —así denominadas por diseñarse expresamente para resistir allanamientos— se distinguen por la alta resistencia de sus materiales y la incorporación de elementos avanzados de seguridad, como perfilería reforzada internamente con acero y otros metales de propiedades similares. El uso de vidrios blindados, equipados con láminas de butilo o butiral que impiden la fragmentación del cristal, singularizan este tipo de ventanas, clasificadas de RC 1 a RC 6 según la norma UNE-EN 1627:2021.

El acristalamiento es una parte esencial en cualquier ventana de seguridad antirrobo. Generalmente, integran vidrios laminados denominados ‘blindados’ o ‘antirrobo’, capaces de mantener intactas sus propiedades pese a la acción de utensilios y herramientas de forzamiento. Disponen asimismo de una estructura interna fortalecida con perfiles de acero y herrajes y otros elementos fabricados en materiales resistentes.

Como alternativa a los perfiles de acero, fabricantes como Kömmerling han desarrollado ventanas de PVC resistentes a impactos, patentados como Kömalit Z. Las propiedades de este material son respetuosas con el medio ambiente.

Su objetivo es plantear una resistencia eficaz frente a impactos deliberados y a técnicas de forzamiento mediante utensilios de corte, perforación, etcétera. Con una inversión moderada, las viviendas unifamiliares, negocios y edificios públicos pueden reforzar su seguridad gracias a la proteccion de las ventanas antirrobo, renovando de paso el acristalamiento de la pasada generación, responsables de molestas pérdidas energéticas que repercuten en el confort térmico y en la factura de la luz.

Además, la instalación de ventanas de seguridad sin rejas ni persianas blindadas presenta beneficios estéticos, por la simplicidad y modernidad que confieren al inmueble y la diversidad de diseños y acabados que adoptan en la práctica. Con todo, estos sistemas son compatibles con persianas de seguridad y otros productos similares.

6 niveles de seguridad en ventanas antirrobo

Las ventanas blindadas y antirrobo se agrupan en seis clases (RC 1-6), ordenadas de menor a mayor nivel de seguridad. En la calificación más baja, los delincuentes tardarían alrededor de 60 segundos en vulnerar los sistemas de protección de la ventana, mientras que en la más alta resistirían hasta 20 minutos de forzamiento con equipos y herramientas avanzadas.

RC 1, la protección más básica

Las ventanas antirrobo con esta calificación incorporan vidrios, materiales y dispositivos de protección mínimos, fáciles de vulnerar para delincuentes poco avezados en cuestión de 1 minutos.

RC 2, un mayor obstáculo para los ladrones

Las ventanas así catalogadas cuentan con prestaciones similares a las RC 1, pero su resistencia superior les permite soportar la acción de destornilladores y otras herramientas básicas. Los maleantes pueden forzarlas en cuestión de 3 minutos aproximadamente.

RC 3, un plus de seguridad 

Para vulnerar las ventanas de tipo RC 3, los delincuentes deben emplear diversas herramientas de forma coordinada, lo que requiere una mayor pericia. El vidrio utilizado es cristal de seguridad.

RC 4, eficaz contra los delincuentes más experimentados

La clasificación RC 4 incluye ventanas capaces de resistir intentos de forzado durante 10 minutos. Sin herramientas de corte y perforación, estas ventanas no pueden ser vulneradas.

RC 5, una de las protecciones más elevadas

La habilidad de los delincuentes capaces de forzas ventanas antirrobo RC 5 es elevada, y cuentan con herramientas pesadas como taladros y sierras de espadín. Incluso con estas ayudas mecánicas, tardarían 15 minutos en superar el nivel de protección de estas ventanas.

RC 6, la ‘bête noire’ de los delincuentes

Las ventanas más seguras del mercado reciben la calificación RC 6. Resisten la acción de sierras, taladros y amoladoras angulares durante 20 minutos.

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