Instalación de ventanas: recomendaciones para conseguir privacidad sin perder luz

No hay bienestar sin intimidad. Por más que la edificación pueda ser una proeza técnica, una maravilla en términos de estética y eficiencia energética, la falta de privacidad le resta utilidad y validez. Sirva de ejemplo la Casa Farnsworth que el arquitecto moderno Ludwig Mies van der Rohe presentó en 1951 y que, pese a lo innovador de su propuesta, despertó un aluvión de críticas por su evidente déficit de intimidad.

Las viviendas no deberían ser un escaparate de la vida personal de sus propietarios. Sin embargo, existe una tendencia creciente que apuesta por los espacios abiertos y luminosos y que depende lógicamente del uso de ventanales y de cortinas de cristal para conseguir la iluminación deseada. Hablamos del open concept y de otras propuestas cuya ejecución puede comprometer la privacidad en el hogar.

Lo anterior no significa que la intimidad y la iluminación estén reñidos. De hecho, aumentar la privacidad sin perder luz es posible, pero requiere el uso de productos que todavía son desconocidos para una parte de los propietarios e inquilinos, como los vidrios mateados o los films y cortinas translúcidas. Descartadas quedan soluciones como las persianas tradicionales que, si bien proporcionan un obstáculo frente a las miradas indiscretas, bloquean una porción valiosa de la luz solar.

Films y vidrios translúcidos, un recurso para ganar privacidad en ventanas sin obras

Sin necesidad de acometer obras ni instalaciones costosas, la privacidad de una ventana puede aumentarse con el uso de films o vinilos adhesivos, diseñados para dotar de un acabado translúcido a los cristales. Estos productos, disponibles en multitud de tiendas y centros de bricolaje, posibilitan el paso de la luz, impidiendo la visión desde el exterior. Como resultado, son excelentes soluciones para ventanas a pie de calle.

Si el reemplazo de la ventana o de sus vidrios por otros mateados o translúcidos no es posible, la adhesión de vinilos permite obtener resultados similares, con una inversión mínima y una instalación removible. También fomenta la creatividad, pues estas películas se comercializan con infinidad de diseños y colores.

Así, este tipo de vinilos se fabrican con apariencias opacas, con motivos geométricos, florales o vegetales, etcétera, y dado que pueden aplicarse y retirarse en cuestión de minutos, los decoradores disfrutarán del placer del ensayo y el error que otras soluciones sólo permiten con una inversión de tiempo y dinero elevados. Por su parte, el mantenimiento de ventanas con films adhesivos es simple, pues este elemento puede removerse y sustituirse cómodamente.

Vidrios mateados y translúcidos, otra solución para ver sin ser visto

Mientras que los films y vinilos no son una solución permanente, los vidrios mateados o matificados proporcionan una larga vida útil, sin las desventajas que afean a los productos removibles. Para su desarrollo, se aplica una capa de ácido en una de las caras de estos vidrios, obteniéndose como resultado una superficie que dispersa la luz y la percepción de las imágenes, impidiendo así que vecinos y viandantes puedan visualizar desde la calle el interior de la vivienda.

Por su parte, los vidrios translúcidos reciben un tratamiento similar, capaz de garantizar la intimidad de los convivientes, sin restar luminosidad a la vivienda. Estos tipos de cristales para ventanas que no se vea el interior también son recomendables.

Alternativamente, otros cristales para ver sin ser visto son los vidrios espía, así denominados por reflejar nítidamente las imágenes en una de sus caras. El ‘secreto’ de esta propiedad reside en la inclusión de micropartículas metálicas en el cristal, de forma que reflejen los fotones de luz.

Cortinas y estores translúcidos, para asegurar la intimidad en grandes superficies acristaladas

Las cortinas de cristal y otros cerramientos similares son una tendencia decorativa al alza, por su impacto visual y efecto lumínico en la vivienda. Sin embargo, estas soluciones pueden suponer una pérdida de privacidad. Los films y vinilos son inviables debido a las dimensiones de estos ventanales. En su lugar, se recomienda el uso de estores y cortinas que dejan pasar la luz, pero no te ven.

Un ejemplo excelente son los estores translúcidos, un tejido novedoso con una elevada transmitancia de la luz natural y la capacidad de dificultar la visión desde el exterior en horario diurno y nocturno.

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