Las grietas en ventanas engloban, para el observador inexperto y casual, un nutrido repertorio de fisuras, arañazos, rayas y roturas. No todas las grietas son iguales, pues varían en dimensión y profundidad. Su reparación, aunque no siempre factible, cuenta con multitud de productos específicos: las pastas de pulido de vidrio, los pegamentos instantáneos, etcétera, que ofrecen una solución eficaz contra las grietas superficiales, no así contra las más profundas, que requieren la sustitución del cristal.
Reparar una grieta en el cristal de la ventana es necesario no sólo por cuestiones estéticas. Cierto es que estas imperfecciones afean la decoración y pueden trasmitir una impresión de abandono y negligencia, indeseados para cualquier propietario. Sin embargo, la presencia de grietas en vidrios reduce la seguridad doméstica, por el mayor riesgo de rotura y de lesiones. También debilitan sus cualidades aislantes del ruido y la temperatura, afectando negativamente al confort térmico.
Conocer los factores causantes de un vidrio fisurado o agrietado puede evitar que este problema se reproduzcan en el futuro. Los impactos, especialmente en ventanas de apertura abatible y pivotante, están detrás de un porcentaje significativo de las roturas de cristales. Más inusuales son las grietas producidas por efecto de las tensiones y deformaciones de los materiales del inmueble y que afectan principalmente a vidrios templados.
Por otra parte, el colapso o choque térmico puede explicar por qué se rompen los cristales solos en ocasiones. También los defectos de diseño por contaminación accidental generan roturas inesperadas. Por ejemplo, las trazas de sulfuro de níquel y de aluminio disminuyen las prestaciones del vidrio.
Además, existe una baja probabilidad de que el cristal presente microfisuras internas, originadas durante su manipulación y transporte desde la fábrica. Estas grietas, inapreciables para el ojo humano, elevan la vulnerabilidad del cristal frente a las tensiones y cargas de los materiales.
Productos para reparar grietas en el cristal de una ventana
La reparación de grietas en cristales puede realizarse con el uso de pastas específicas para pulir vidrio. Este producto, que contiene una concentración de óxidos de tierras raras, entre otros componentes, puede eliminar arañazos ligeros en cualquier superficie de cristal. Incorporan accesorios para realizar el pulido del vidrio después de verter y distribuir la masilla en la zona afectada.
Otra forma de reparar el cristal de una ventana es aplicar masillas aptas para tratar fisuras y grietas leves. Con ayuda de una espátula, siguiendo las indicaciones del fabricante, se utilizará en las áreas agrietadas del vidrio.
Cuando el cristal se resquebraja o fragmentado y su reemplazo no es viable en un corto periodo de tiempo, puede recurrirse a adhesivos de fijación para vidrio. Estos productos a base de cianoacrilato y resinas epoxi pueden devolver la integridad al cristal de la ventana, deteniendo así las filtraciones de aire. También devuelven al vidrio una parte de su valor estético, al tiempo que aumentan la seguridad en el hogar, evitando que los convivientes o sus visitas puedan sufrir cortes.
Ceys, Loctite, Arka, Pattex y otros fabricantes comercializan este tipo de adhesivos, que generalmente se endurecen al contacto con la radiación solar, reacción que maximiza su efectividad. No obstante, este método difícilmente podrá considerarse un modo de reparar un vidrio roto sin que se note, pues las uniones serán evidentes.
Hasta aquí, tres soluciones de eficacia demostrada para suprimir fisuras y grietas de pequeño tamaño o recomponer temporalmente vidrios fragmentos. De nada servirán, sin embargo, para el tratamiento de grietas profundas. La sustitución del vidrio es, en este y otros casos, inevitable. Se recomienda a los afectados recibir esta situación como una oportunidad más que como una pérdida o un gasto imprevisto.
Así, puede aprovecharse la ocasión para reemplazar los antiguos cristales monolíticos por vidrios Guardian Sun u otros productos con capa baja emisiva y otras prestaciones. Incluso podría ser el comienzo de una reforma que actualice la vivienda y mejore su aislamiento térmico (las puertas y ventanas, debe recordarse, pueden suponer pérdidas de hasta el 40% del calor del inmueble).
