Mejora el mantenimiento de ventanas correderas con estos consejos

Las ventanas nos proporcionan el aislamiento necesario para mantener el confort que deseamos en nuestro hogar, tanto para mantener la temperatura ideal de la estancia como eliminar ruidos del exterior. Además son, por necesidad, parte de la decoración y queremos mantenerlas en las mejores condiciones visuales. Te damos unos consejos para mantener tus ventanas correderas en óptimas condiciones de funcionamiento y relucientes como el primer día.
grosor ventana de aluminio

¿Cómo mantener tus ventanas correderas en óptimas condiciones?

En el mantenimiento de las ventanas correderas hay que poner especial atención a los raíles o sistema de arrastre. Las ventanas abatibles u oscilobatientes no cuentan con este sistema que debemos mantener limpio y libre de obstáculos para que nuestras ventanas correderas se deslicen correctamente en cualquier situación.

Los herrajes de nuestra ventana, así como los raíles de las ventanas corredizas, deben permitir una utilización cómoda y sin bloqueos del funcionamiento, permitiéndonos deslizar suavemente la ventana corredera, sin saltos ni ruidos.

LO QUE NO DEBEMOS EMPLEAR

Nunca productos de limpieza abrasivos o agresivos o que contengan ácido, porque provocan un deterioro en los herrajes que se traduciría en un progesivo mal funcionamiento y aumento de ruidos al accionar los diferentes mecanismos. Tampoco herramientas que puedan rallar los elementos, como estropajos de acero o espátulas.

LO QUE SÍ DEBEMOS EMPLEAR

Un paño con agua caliente y jabón es suficiente para limpiar estos mecanismos. Cuando observemos un deslizamiento más tosco, o un leve chirrido, podemos lubricar las partes móviles metálicas con aceite o grasa, y como norma general una vez al año. El uso de máquinas aspiradoras es ideal para eliminar el polvo y cuerpos extraños antes de la limpieza. Podemos utilizar máquinas de vapor para aportar más brillo después, y como último paso debemos secar debidamente los elementos con una bayeta o papel absorbente.

En cuanto al material de las ventanas debemos tener en cuenta ciertos aspectos:

Ventanas correderas de aluminio, ¿cómo mantenerlas?

Las ventanas de aluminio tienen un acabado de la superficie lacado o anodizado que debemos limpiar con cuidado de no rayar, por lo que el jabón neutro con agua tibia sigue siendo prioritario. Además debemos tener en cuenta que algunos agentes externos pueden deteriorar el material como la cercanía a zonas costeras (salitre) o carreteras (contaminación) en estos casos debemos limpiarlas más a menudo.

¿Y las de PVC, cómo mantenerlas?

Las ventanas de PVC son cubiertas por un film protector para evitar arañazos durante el transporte, es necesario eliminarlo una vez la ventana está correctamente instalada ya que con el paso tiempo se hace más difícil quitarlo. Salvo este pequeño detalle no es necesario ningún mantenimiento especial: el PVC es un material muy resistente, no se ralla ni pierde color, aunque para mantener su brillo y suavidad al tacto debemos limpiar las ventanas con una esponja o paño con agua y jabón, evitando el uso de estropajos que pueden difuminar el brillo del material.

¿Cómo mantener las ventanas correderas de madera?

Para evitar el deterioro natural de la madera debemos barnizar los marcos, especialmente los externos, una vez al año o incluso más si la incidencia del sol es más acusada. Cuando aparecen escamaciones además es necesario lijar la superficie antes del barnizado anual. Además en caso de problemas de termitas u otros aspectos que pueden degradar la madera internamente debemos alejarla de fuentes de humedad, y si es necesario aplicar el tratamiento químico necesario, manteniéndonos alejados durante el tiempo de actuación.

En resumen: 
Debemos prestar especial atención a la eliminación de polvo y elementos extraños en el mecanismo de deslizamiento, idealmente con la aspiradora y proceder a la limpieza con un paño suave y jabón de PH neutro diluido en agua caliente. Esto nos permitirá limpiar fácilmente todos los elementos de nuestras ventanas de aluminio y pvc: marco, herrajes, raíles y vidrios, manteniendo sus propiedades aislantes, de funcionamiento y el mismo aspecto de brillo y color desde el primer día. No olvidar un correcto secado de todas las superficies.

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