Ventilar diariamente el hogar es un hábito tan saludable como necesario. Al menos durante quince minutos, mantener abiertas las ventanas permite oxigenar el ambiente y previene la acumulación de humedades y ácaros, que tantos malos olores generan, además de causar enfermedades respiratorias a largo plazo.
Sin embargo, este sencillo hábito se complica para los afectados de polinosis. Y es que ventilar la casa en primavera puede ser un desafío para los alérgicos, por el riesgo de dar entrada al polen de las gramíneas, cupresáceas y urticáceas, que figuran entre los más extendidos en la Península.
Como vivir en una ‘burbuja’ es inviable, parece lógico que estas personas (no pocas, pues representan el 33% de la población, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica) se pregunten cómo y cuándo ventilar la casa con alergia.
Mediodía: el momento idóneo para ventilar la casa con alergia al polen, según los estudios
Varios estudios han tratado en los últimos años de identificar las horas en que la concentración de pólenes alcanza máximos y mínimos durante un día. Según un estudio del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI), los niveles más bajos de polen se registran entre las 04.00 de la madrugada y las 14:00 del mediodía. Por contra, el boom de alérgenos en la atmósfera se detectó en la franja horaria que transcurre de 14:00 a 21.00 horas.
Otro estudio, elaborado en 2018 por el Consejo General de Enfermería (CGE), aborda «las horas de mayor emisión de pólenes» y establece dos periodos a evitar: de las 05.00 a las 10.00 horas de la mañana, y de las 19:00 a las 22:00 horas de la tarde. Según esta fuente, también el mediodía y la madrugada son más benignos para el afectado de polinosis, y es cuando ventilar la casa con alergia al polen parece más recomendable.
Para desarrollar estos estudios y determinar si hay polen por la noche, la mañana o la tarde, en mayor o menor cantidad, los investigadores utilizan unos recipientes volumétricos denominados burkard spore trap. Estos colectores se ubican en el exterior, alejados de construcciones artificiales, a una distancia de veinte metros del suelo, para garantizar un registro fiable del nivel de polen.
Por consiguiente, el mediodía es el periodo idóneo para abrir las ventanas, sin que se acumule la alergia dentro de casa. La explicación es simple: el aumento de la temperatura ambiental reduce la densidad del aire y propicia su ascenso en corrientes de convección hasta las capas elevadas de la atmósfera, llevando consigo una cantidad significativa de las partículas de polen.
La hora y su correlación con la temperatura ambiente es sólo uno de los muchos factores que inciden sobre la concentración de polen. También influye la especie vegetal que sea responsable de la reacción alérgica (el polen de olivo es muy común), por los diferentes periodos de polinización que existen en la naturaleza.
Mosquiteras antipolen, un accesorio para abrir las ventanas en época de polinización
Restringir al mediodía la apertura de puertas y ventanas en época de polen es una medida algo extrema y poco garantista. En lugar de esta práctica, o de forma complementaria a ella, se recomienda el uso de telas antipolen, capaces de filtrar una porción significativa de estas partículas.
La mosquitera o malla antipolen está diseñada en un tejido específico para retener el polen, de tamaño realmente minúsculo: unas 18-25 micras en los olivos y hasta 35 micras en las gramíneas. Para contextualizar estas medidas, el más pequeño de nuestros poros de sudoración alcanza las 60 micras. Así, estos accesorios presentan un poder de filtración superior al de una mosquitera corriente.
Además, la mayor parte de estos productos cuenta con certificación del Centro Europeo para la Fundación y la Investigación de las Alergias (ECARF). Su instalación en ventanas, mediante simples adhesivos en general, permite airear la vivienda y mantener a raya el polen y el resto de agentes contaminantes de la atmósfera.
En síntesis, respondiendo a la cuestión de cómo evitar el polen en casa, sin renunciar a ventilarla oportunamente, el uso de mosquiteras y mallas específicas es una solución. También es eficaz limitar la apertura de las ventanas a horarios de escasa concentración de polen, como el mediodía.